viernes, 29 de octubre de 2010

Diane Arbus

Diane Arbus








Diane Arbus Retratos de monstruos














Algunas citas, extraídas del libro "Sobre la fotografía", de Susan Sontag. Describen y analizan la obra de Diane Arbus.

"El aspecto mas asombroso de la obra de Diane Arbuses que parece haberse inscrito en una de las empresas más vigorosas de la fotografía artística -concentrarse en las víctimas de la fotorgrafía, en los infortunados- pero sin el propósito compasivo que presuntamente debería perseguir dicho proyecto. Su obra muestra gente patética, digna de lástima, y también repulsiva, pero no suscita ningún sentimiento compasivo. A causa de lo que podría describirse con más precisión como un punto de vista disociado, las fotografías han sido elogiadas por su franqueza y por determinada empatía no sentimental con los modelos. Se ha tratado como hazaña moral lo que en realidad es una agresión al público: que las fotografías no permiten al espectador mantener la distancia. De un modo más verosímil, las fotografías de Arbus -con su admiración de lo horroroso- evocan una ingenuidad esquiva y siniestra a la vez, pues ésta se basa en la distancia, el privilegio, la impresión de que la espectador se invita a ver lo otro. "

"Y siempre la vida cotidiana con si inagotable provisión de rarezas, si se tiene ojo para verlas. La cámara tiene el poder de sorprender a la gente presuntamente normal de modo que las hace parecer anormal. el fotógrafo selecciona la rareza, la persigue, la encuadra, la procesa, la titula. "Ves a alguien en la calle -escribió Arbus-, y lo que adviertes sobre todo es el defecto". "

"Tal vez la escena más espeluznante de la película Freaks ["La parada de los monstruos"] (1932) de Tod Browning es el banquete de bodas, cuando tarados, mujeres barbadas, siameses y torsos vivientes expresan bailando y cantando su aceptación de la maligna Cleopatra, de estatura normal, que acaba de casarse con el crédulo héroe enano. "¡Una de los nuestros! ¡Una de los nuestros! ¡Una de los nuestros!" salmodian mientras una copa pasa de boca en boca hasta que por último un enano exuberante se la presenta a la novia asqueada. Arbus tal vez tenía una visión simplista del encanto, la hipocresía y el malestar de fraternizar con monstruos. Tras la exultanción del descubrimiento, estaba la emoción de haberse ganado su confianza, de no tenerles miedo, de haber dominado la propia aversión. Fotografiar monstruos "me entusiasmaba muchísimo -explicó Arbus- Terminaba adorándolos"."

"Descubrir (mediante la fotografía) que la vida es "en verdad un melodrama", entender la cámara como arma de agresión, implica que habrá bajas. "Estoy segura de que hay límites -escribió Arbus- . Dios sabe que cuando las tropas empiezan a avanzar sobre ti te aproximas de veras a esa sensación de pánico en la que sin duda puedes morir". En retrospectiva, las palabras de Arbus refieren una especie de muerte en combate: tras haber transgredido determinados límites cayó en una emboscada psíquica, víctima de su propia franqueza y curiosidad."

Así, lo que en definitiva perturba más en las fotografías de Arbus no es en absoluto el tema sino la impresión acumulativa de la conciencia de la fotógrafa: la percepción de que lo presentado es precisamente una visión privada, algo voluntario. Arbus no era una poeta que ahonda en sus entrañas a fin de enunciar el dolor propio sino una fotógrafa que se aventura en el mundo para compilar imágenes dolorosas. Y tratándose de un dolor buscado antes que sentido, quizás no haya explicaciones tan obvias."

"La obra de Arbus es una buena muestra de una tendencia rectora de las bellas artes en los países capitalistas: la supresión, o al menos la reducción, de escrúpulos morales y sensorios. Buena parte del arte moderno está consgrado a disminuir la tolerancia de los terrible. Al acostumbrarnos a lo que anteriormente no soportábamos ver ni oír, porque era demasiado aterrador, doloroso o vergonzante, el arte cambia la moral, ese conjunto de hábitos psíquicos y sanciones públicas que traza una difusa frontera entre lo que es emocional y espontáneamente intolerable y lo que no lo es. La supresión gradual de escrúpulos de hecho nos aproxima a una verdad más bien formal: la arbitrariedad de los tabúes erigidos por el arte y la moral."

Las fotografías vuelven irrelevantes las reacciones compasivas. No se trata de perturbarnos, de capacitarnos para afrontar lo horrible con ecuanimidad. Pero esa mirada que no es (sobre todo) compasiva es una interpretación ética especial y moderna: no es insensible ni cínica sin duda, sino simplemente (o falsamente) ingenua."

"La cámara es una suerte de pasaporte que aniquila las fronteras y las inhibiciones sociales, y libera al fotógrafo de toda responsabilidad ante la gente retratada. Toda la cuestión al fotografiar personas es que no se interviene en su vida, sólo se está de visita. El fotógrafo es un superturista, una extensión del antropólogo que visita a los nativos y regresa con noticias sobre sus exóticos haceres y estrafalarios haberes."

miércoles, 6 de octubre de 2010

Eraserhead



Eraserhead es un film de horror surrealista escrito y dirigido por David Lynch en 1977. Es su primer obra en el cine y se ha convertido en una película de culto. Lynch lamó a este film "dream of dark and troubling things", es decir, un "soñar cosas oscuras e inquietantes". Para David Lynch, ésta es su película mas espiritual.

Man Ray - Emak Bakia ( cinèpoème1926) part 1

Man Ray - Emak Bakia ( cinèpoème 1926) part 2